Foto: Revista Semana
EDUTEKA entrevistó al reconocido matemático Bernardo Recamán Santos, graduado de la Universidad de Warwick, Inglaterra, y autor de varios libros en esta área.
En la entrevista, comenta el origen de su interés por las matemáticas y las razones por las cuales es importante aprenderlas.
Enfatiza que su enseñanza debe ser dinámica y agradable y da su opinión sobre la utilización de las TIC para lograrlo; por lo cual colaboró amplia y generosamente en el nuevo componente de Matemática Interactiva (Estadística y Probabilidad), que ponemos hoy a su disposición.
EDUTEKA (E): ¿De dónde surgió su interés por las matemáticas?
Bernardo Recamán Santos (BRS): Tuve la suerte de crecer en un ambiente rodeado de personas intelectualmente inquietas, además, de libros, ideas y discusiones. Luego, en el colegio, conté con suficientes profesores, basta uno, que me estimularon, me propusieron buenas lecturas y me plantearon problemas retadores.
E: ¿En su opinión, cuáles son las razones principales por las cuales un ciudadano común y corriente debe aprender matemáticas para desempeñarse adecuadamente en su vida diaria?
BRS: Las mismas por las cuales es indispensable que conozca bien el idioma que se habla a su alrededor, que lo pueda entender y se pueda comunicar con él en forma oral y escrita. La matemática es otro idioma, el de la ciencia, la tecnología, las finanzas, la economía. Es, además, un idioma universal, el mismo en Bolivia que en Myanmar, lo cual facilita mucho las cosas. Creer que uno se puede desenvolver en sociedad sin matemáticas es como creer que lo puede hacer sin saber leer y escribir al menos un idioma... el de los vecinos.
E: Usted es de los que opinan que las matemáticas son divertidas, ¿qué consejo le da a los docentes de Educación Básica y Media para que esto sea una realidad en las aulas?
BRS: Que sean divertidas no quiere decir que se aprendan sin esfuerzo. Significa que no deberían aburrir a nadie, y mucho menos ser causa de tedio. La literatura acerca de las matemáticas recreativas es inmensa. Yo mismo he contribuido a ella (Póngame un problema, Editorial Magisterio, Bogotá, 2006). Hoy todos los que trabajamos en ese campo somos discípulos de Martin Gardner, cuyos libros no deberían faltar en los anaqueles de ningún profesor de matemáticas. Fue él, por ejemplo, el que popularizó el Juego de Vida, una de las actividades más fascinantes del modulo de estadística.
E: En su experiencia de maestro de Educación Básica y Media, ¿qué falta y qué sobra en los currículos de Matemáticas y a qué se le debería dar mayor énfasis?
BRS: Sobra todavía hacer tanto énfasis en lo memorístico y mecánico y falta hacerlo en la comprensión. De nada me sirve saber de memoria la ecuación cuadrática, por ejemplo, y saberla despejar, si no entiendo qué significa y en qué se aplica. Si la olvido, la busco en Internet, pero si no la entiendo, estoy fregado. La ventaja de programas como Matemática_Interactiva es que apuntan a la comprensión, no a la acumulación enciclopédica de información.
E: ¿Qué valor le da usted al uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en las clases matemáticas?
BRS: Inmenso, con todo y que yo me formé sin ellas, apenas con una regla de cálculo que mis padres me regalaron y que todavía conservo. Es una revolución que apenas comienza, el equivalente de la invención del telescopio para la astronomía o el microscopio para la biología.
E: Esta entrevista acompaña la unidad correspondiente a Estadística del proyecto Matemática Interactiva, en el que usted ha realizado aportes muy importantes. ¿Cómo podrían los docentes de Matemáticas sacarle el mayor provecho a esta nueva unidad?
BRS: Lo primero que deben hacer los maestros es meterse a fondo en los módulos de la unidad y conocerlos al derecho y al revés. Luego sí, invitar a los estudiantes a experimentar con ellos. Con toda seguridad en el proceso tanto docentes como estudiantes se enriquecerán enormemente, como me enriquecí yo revisando el material.
CRÉDITOS:
Entrevista concedida especialmente a EDUTEKA por Bernardo Recamán Santos, profesor de matemáticas graduado en la Universidad de Warwick en Inglaterra. Él ha sido profesor de la materia en varios colegios y universidades de Colombia; además, en el Waterford Kamhlaba United World College de Suazilandia, Africa del Sur. Es autor de Los números, una historia para contar (Taurus, Bogotá, 2002), A jugar con números (Selector, México, 2000), Matemáticas, la ciencia explicada (Intermedio Editores, Bogotá, 2004), Las nueve cifras y el cambiante cero (Gedisa, Barcelona, 2006), El palacio de precisos cristales (Gedisa, Barcelona, 2006) y ¡Póngame un problema! (Cooperativa Editorial Magisterio, Bogotá, 2006). Actualmente es consultor en el área de educación matemática para Corpoeducación y profesor de matemáticas en la Universidad Sergio Arboleda.
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